domingo, 4 de mayo de 2014

Alimentación saludable

ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Cuando iniciamos la alimentación del bebé, se deben tener en cuenta varios principios básicos. Los padres acuden a la consulta muchas veces desorientados porque en el centro de salud les dan unas pautas y otros pediatras le dan otras, la vecina le da su experiencia y la abuela la suya.
En general no existen reglas para introducir los alimentos complementarios durante el primer año pero, hay algunas pautas que en general se cumplen para cualquier indicación.
1.      La leche materna es la mejor leche que debe tomar un bebé durante los 2 primeros años de vida, acompañada a los 6 meses de alimentación complementaria.
2.      NO se introducirá alimentación complementaria NUNCA antes de los 4 meses de vida.
3.      Siempre introducir un alimento cada vez, podrá ser cada 2-3 días
4.      Los grupos de alimentos se introducen según las etapas de mejor tolerancia y cubriendo las necesidades del crecimiento de los bebés.
5.      Alimentar no es lo mismo que crear hábitos alimentarios
6.      Cuando el niño empiece a comer otros alimentos que no sea leche,
tener en cuenta el proceso de adaptación  a la alimentación
7.      No confundir la buena alimentación con un exceso de alimentos
8.      Los horarios regulares de comida facilitan una buena alimentación
9.       La alimentación compartida con los padres mejora los hábitos
 alimentarios.
10.  Una alimentación variada, adecuada y adaptada a las necesidades del
     niño, es la base de una buena salud.
Se deberá diferenciar entre alimentar y crear hábitos alimentarios saludables, slogan que oímos en la televisión, en los programas de dietética o en aquellos que hablan de salud y bienestar.
Se crean hábitos alimentarios saludables cuando aportamos todos los nutrimentos que requiere el organismo para crecer sin carencias y con una dieta equilibrada, a la par de enseñar a nuestros hijos a comer diferentes alimentos, con diferentes texturas, sabores, creando la costumbre de la variabilidad.
Es por ello que en cada charla o texto que se habla de alimentos saludables se hace referencia a la pirámide alimentaria, y ¿qué es la pirámide alimentaria?
No es mas que la propuesta de la cantidad y variabilidad de alimentos que se deben ingerir diariamente para mantener un equilibrio adecuado de nutrientes, evitando la obesidad o la desnutrición. Los nutrientes no están distribuidos de manera homogénea en los alimentos. En cada uno de ellos, por tanto, predomina uno u otro. Esto ha llevado a clasificarlos en diferentes grupos de acuerdo a su afinidad nutritiva o a la principal función que desempeñen los nutrientes predominantes en la composición del alimento en nuestro organismo.

La base de esta pirámide está formada por agua y cereales, que variarán según la cultura de cada región: maíz, arroz, cuscús, cebada, quínoa, etc. Los cereales aportan carbohidratos complejos que son los que ofrecen la mayor parte de la energía y también son ricos en hierro. El agua es el principal constituyente de nuestro organismo, el 70-80% del peso de nuestro cuerpo es agua.
Luego vienen las verduras y las frutas, que aportan vitaminas y minerales necesarios para todos los procesos metabólicos y el funcionamiento celular. Por ejemplo: 2 porciones de frutas al día para los bebés y 3 porciones de frutas al día para niños mayores de 3 años. Puede ser intercambiable a un plátano pequeño, una manzana pequeña, 4 uvas, una porción  de unos 10cm de sandía, para ello existen tablas nutricionales pero no es necesario llegar a esta exquisitez para una alimentación diaria saludable.
Los alimentos que pertenecen al mismo grupo pueden ser intercambiables, en unas cantidades adecuadas, ya que comparten similares propiedades nutritivas. Esto nos permite variar al máximo la dieta sin que se modifique significativamente la composición nutritiva de la alimentación cotidiana. No debemos olvidar que dentro de algunos grupos hay diferencias en función del contenido graso y de azúcares (lácteos completos o desnatados, carnes grasas o magras, yogures sin azúcar o azucarados…), lo que se traduce en mayor o menor número de calorías.
Combinar verduras amarillas y verdes modifica el aporte de hierro, carotenos y vitamina C.
Los lácteos son proteínas pero que aportan calcio y por ello mantenemos la ingesta de estos después del año de vida. También son intercambiables entre ellos: leche, yogur y quesos. Las carnes rojas sin embargo deberán limitarse a una vez a la semana y ofrecer más pescados. Verán que en algunas pirámides los lácteos y las carnes están al mismo nivel y en otras prioriza la leche sobre las carnes. Esto variará según la edad y las enfermedades que padezca la persona.
El aceite de oliva es imprescindible en una buena dieta mediterránea, la composición de grasas saturadas, monoinsaturadas e insaturadas es de las más saludables y no contiene colesterol ya que éste solo está presente en las grasas de origen animal. Deberá aportarse diario y en crudo.
Por último existen alimentos que deberán ingerirse u ofrecerle al niño de forma esporádica como los dulces, chuches, bebidas azucaradas, pues se convierten directamente en grasas al absorberse de forma rápida por el organismo.
Te dejamos una tabla de intercambio de alimentos para que tengas una idea de cómo variar la dieta de tus hijos.
Busca las fechas de los Talleres sobre nutrición que ofrecemos para que puedas aprender a alimentar correctamente a tu hijo y a tu familia.