ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Cuando iniciamos la alimentación del bebé, se deben
tener en cuenta varios principios básicos. Los padres acuden a la consulta
muchas veces desorientados porque en el centro de salud les dan unas pautas y
otros pediatras le dan otras, la vecina le da su experiencia y la abuela la
suya.
En general no existen reglas para introducir los
alimentos complementarios durante el primer año pero, hay algunas pautas que en
general se cumplen para cualquier indicación.
1.
La
leche materna es la mejor leche que debe tomar un bebé durante los 2 primeros años de vida, acompañada a los 6
meses de alimentación complementaria.
2.
NO
se introducirá alimentación complementaria NUNCA antes de los 4 meses de vida.
3.
Siempre
introducir un alimento cada vez, podrá ser cada 2-3 días
4.
Los
grupos de alimentos se introducen según las etapas de mejor tolerancia y
cubriendo las necesidades del crecimiento de los bebés.
5.
Alimentar
no es lo mismo que crear hábitos alimentarios
6.
Cuando
el niño empiece a comer otros alimentos que no sea leche,
tener en cuenta el proceso de
adaptación a la alimentación
7.
No
confundir la buena alimentación con un exceso de alimentos
8.
Los
horarios regulares de comida facilitan una buena alimentación
9.
La
alimentación compartida con los padres mejora los hábitos
alimentarios.
10. Una alimentación variada, adecuada
y adaptada a las necesidades del
niño, es la base de una buena salud.
Se deberá diferenciar entre alimentar y crear
hábitos alimentarios saludables, slogan que oímos en la televisión, en los
programas de dietética o en aquellos que hablan de salud y bienestar.
Se crean hábitos alimentarios saludables cuando
aportamos todos los nutrimentos que requiere el organismo para crecer sin
carencias y con una dieta equilibrada, a la par de enseñar a nuestros hijos a
comer diferentes alimentos, con diferentes texturas, sabores, creando la
costumbre de la variabilidad.
Es por ello que en cada charla o texto que se habla de
alimentos saludables se hace referencia a la pirámide alimentaria, y ¿qué es la
pirámide alimentaria?
No es mas que la propuesta de la cantidad y
variabilidad de alimentos que se deben ingerir diariamente para mantener un
equilibrio adecuado de nutrientes, evitando la obesidad o la desnutrición. Los
nutrientes no están distribuidos de manera homogénea en los alimentos. En cada
uno de ellos, por tanto, predomina uno u otro. Esto ha llevado a clasificarlos
en diferentes grupos de acuerdo a su afinidad nutritiva o a la principal
función que desempeñen los nutrientes predominantes en la composición del
alimento en nuestro organismo.
La base de esta pirámide está formada
por agua y cereales, que variarán según la cultura de cada región: maíz, arroz,
cuscús, cebada, quínoa, etc. Los cereales aportan carbohidratos complejos que
son los que ofrecen la mayor parte de la energía y también son ricos en hierro.
El agua es el principal constituyente de nuestro organismo, el 70-80% del peso
de nuestro cuerpo es agua.
Luego vienen las verduras y las frutas, que aportan
vitaminas y minerales necesarios para todos los procesos metabólicos y el
funcionamiento celular. Por ejemplo: 2 porciones de frutas al día para los
bebés y 3 porciones de frutas al día para niños mayores de 3 años. Puede ser
intercambiable a un plátano pequeño, una manzana pequeña, 4 uvas, una
porción de unos 10cm de sandía, para
ello existen tablas nutricionales pero no es necesario llegar a esta exquisitez
para una alimentación diaria saludable.
Los alimentos que
pertenecen al mismo grupo pueden ser intercambiables, en unas cantidades
adecuadas, ya que comparten similares propiedades nutritivas. Esto nos permite
variar al máximo la dieta sin que se modifique significativamente la
composición nutritiva de la alimentación cotidiana. No debemos olvidar que
dentro de algunos grupos hay diferencias en función del contenido graso y de
azúcares (lácteos completos o desnatados, carnes grasas o magras, yogures sin
azúcar o azucarados…), lo que se traduce en mayor o menor número de calorías.
Combinar verduras
amarillas y verdes modifica el aporte de hierro, carotenos y vitamina C.
Los lácteos son proteínas
pero que aportan calcio y por ello mantenemos la ingesta de estos después del
año de vida. También son intercambiables entre ellos: leche, yogur y quesos. Las
carnes rojas sin embargo deberán limitarse a una vez a la semana y ofrecer más
pescados. Verán que en algunas pirámides los lácteos y las carnes están al
mismo nivel y en otras prioriza la leche sobre las carnes. Esto variará según
la edad y las enfermedades que padezca la persona.
El aceite de oliva es
imprescindible en una buena dieta mediterránea, la composición de grasas
saturadas, monoinsaturadas e insaturadas es de las más saludables y no contiene
colesterol ya que éste solo está presente en las grasas de origen animal.
Deberá aportarse diario y en crudo.
Por último existen
alimentos que deberán ingerirse u ofrecerle al niño de forma esporádica como
los dulces, chuches, bebidas azucaradas, pues se convierten directamente en
grasas al absorberse de forma rápida por el organismo.
Te dejamos una tabla de
intercambio de alimentos para que tengas una idea de cómo variar la dieta de
tus hijos.
Busca las fechas de los
Talleres sobre nutrición que ofrecemos para que puedas aprender a alimentar
correctamente a tu hijo y a tu familia.





